Un teatro enlucerado y lleno de mujeres mágicas

Suave deslizar de aguas sobre cuyas delicadas ondas se reflejan los luceros, el romance, la pasión, el desenfreno. La vida hecha magia por el movimiento de cuerpos que danzan sintiendo la música palpitando en el pecho, recorriendo sus venas y llenándolos de energía.

Un ritual de vida hecho coreografía por Tatiana Gómez, quien además lo interpreta junto a Kevin Delgado, acompañados por una exquisita suite musical ejecutada por Rafael Nieto, Luis Guillermo Torrealba y Eduardo Hernández, eso es “Rio enlucerado”, la más reciente producción de Danzata y de la cual disfrutamos en la sala Federico Collado del Centro Teatral de occidente “Herman Lejter” de Guanare, el jueves 17 de noviembre a las 7:30 pm. en el marco del XXXIV Festival de Teatro de Occidente.




Como ya nos es habitual, Tatiana Gómez, maestra indiscutible de la danza contemporánea en Guanare, nos ofrece una interpretación de técnica impecable, sublime, cabalmente acompañada por Kevin Delgado, un joven bailarín guanareño que no deja de evolucionar en su desempeño. Juntos, y a pesar de que considero no fue su mejor noche por algunos detalles en el manejo de la energía y la comunicación entre los intérpretes, lograron contagiar de entusiasmo al público que terminó aplaudiendo con euforia. Una clase magistral de lo que la disciplina y el conocimiento técnico pueden lograr aun en aquellas circunstancias en que nos abandona la magia.

Más tarde se hizo la magia, una vorágine de mujeres en un ritual vertiginoso invadieron la sala Alberto Ravara, del mismo centro teatral pasadas las 9:30 pm. Para regalarnos con pleno gozo estético y absoluto deleite una obra de exaltación a la femineidad, despojada de ánimos moralistas y sin mancha de activismos faranduleros.

A la Agrupación Teatral Coordinación le pertenece la producción de “Los practicantes, un vuelo, la mujer” Concepto, dirección y dramaturgia de Elsy Loyo, acompañada por los intérpretes Lesbia Landinez, Florazul Estanga, Yusleidi Guillén, Verónica Osorio, Rubén Naranjo, Alexander Torres, Jhoan Serrano y Henry Rumbo. Una propuesta de corte experimental que se inscribe en la línea de producción artística que es ya característica de la agrupación logrando en esta ocasión un salto hacia lo sublime.



Un rito cargado de música en vivo creada por los mismos histriones, danza, sonidos, figuras surrealistas y alegría, mucho júbilo desbordado en un espacio escénico intimista. Sobre este carrusel transcurre el performance, una suerte de viaje por las diferentes etapas en la vida de la mujer, tanto en lo biológico como en lo social. Y no se descarta nada, la tragedia y la tristeza también se hacen presentes pero son transformadas por la magia poderosa, vivificante, propia de la mujer. En ese ir y venir de acciones el rito se hace juego para volver a ser rito y otra vez convertirse en juego, una y otra vez. Quizá porque nadie comprende que la vida es un continuo reinventarse mejor que la mujer.

Definitivamente sigue ofreciendo veladas maravillosas este 34 Festival de Teatro de Occidente.

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