La colección del Peregrino (I)
Un poema que cuestiona
la lealtad.
De la pluma de Daniel Di Mauro y bajo la dirección de Carlos Arroyo, el
Teatro Estable de Muñecos de Portuguesa (TEMPO) lleva a escena “La colección
del peregrino” en coproducción con la Compañía Nacional de Teatro enmarcada en
el proyecto Teatro para todos los venezolanos 2012.
Fue así como la noche del 28 de septiembre acudimos al estreno de un
producto escénico cargado de particularidades, tal como pudimos apreciar en la
Sala Alverto Ravara del Centro Teatral de Occidente “Herman Lejter” de la
ciudad de Guanare a las 7:30 p.m.
Destaca en principio, Carlos Arroyo, un director reconocido y de amplia
trayectoria sobre las tablas, de vocación experimental, pero sin experiencia en
el campo de los títeres y, por otro lado, TEMPO, una agrupación de titiriteros
que se arriesga a traspasar la embocadura de su teatrino y va más allá,
desnudando casi el secreto de sus muñecos sin perder la magia. De modo que nos
encontramos en una situación complicada a la cual se suma la hermosura de la
trágica poesía presente en el texto de Daniel Di Mauro con el cual se nos
cuentan fragmentos de la historia de Lope de Aguirre, mejor conocido como El peregrino, mítico personaje de la
tradición oral venezolana que lo menciona como El Tirano Aguirre.
Así las cosas y para hacerlo más sencillo, el director no se limita al
recurso del títere sino que incorpora actores y actrices para estructurar un
ensamble de teatro convencional y títeres. Pero tampoco se queda allí, aborda
la puesta en escena a partir de un dispositivo móvil que transforma el espacio
y nos pasea del escenario tradicional del teatro hacia el teatrino de títeres
con total naturalidad.
También las acciones del montaje han sido cuidadosamente trabajadas logrando
los histriones el tono a medio camino entre la ironía, la crueldad y el dolor
que envuelve a la historia y trasciende al espectador. Extraordinaria la dupla
lograda entre Aníbal Grunn como Lope de Aguirre y Karelis Salazar en el papel
de Elvira, preciso manejo del gesto, de la postura y la emoción. Ambos lucen
entregados, equilibrados y completos en su construcción escénica. Momentos de
gran tensión dramática son matizados por los versos estupendamente vocalizados
en off por Daniel Dí Mauro y así, la poesía cumple su misión de aligerar la
carga de las almas.
De igual manera es importante destacar la labor de los titiriteros, Carmen
García, Carmen Graterol y Simón de Jesús Gutiérrez porque logran en sus
intervenciones, sin perder el tono falso y burlón propio de la técnica del
títere, transmitir la intensidad de la tragedia vivida por los personajes.
Reitero se
trata de un reto para los involucrados que dejó entrever detalles la noche del
estreno pero que no hacen mella en la calidad de este espectáculo y que de
seguro serán superados al calor de las funciones. Un trabajo visualmente
hermoso, emocionalmente conmovedor y deliciosamente poético, lleno de profundas
implicaciones sociales, políticas e ideológicas que pertinentemente
mencionaremos en artículo aparte.
Se
completa aquí otro capítulo del proyecto Teatro para todos los venezolanos,
impulsado por la Compañía Nacional de Teatro y asumido desde el TEMPO con la
calidad que caracteriza las creaciones desde esta tierra, la Atenas de los
llanos.
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