El largo camino de la peluda en el cierre del Festival de Teatro de Occidente 2016.
El convulsionado devenir de este 2016 nos ha dado la oportunidad de experimentar un sinnúmero de contrastes vivenciales que sin duda alguna serán referentes para la reflexión a breve y largo plazo. Así vivimos, en medio de una crisis inédita en el país, el XXXIV Festival de Teatro de Occidente, con una cartelera de espectáculos llena de altísima calidad tanto en forma como de fondo. El trepidante acontecer de los tiempos modernos nos puso casi muy de prisa en la noche final de este festival, del cual podemos decir con enorme satisfacción que transcurrió con gran éxito. De cara a tantas inquietudes, quizá las mismas de cada año pero está vez incrementadas por las circunstancias del momento, se logró cumplir lo pautado, entregar al público grandes espectáculos llenos de precioso valor en estética y contenido, sobre todo esto último. Además el público de esta edición respondió si se quiere mejor que en años anteriores. Queda mucho por hacer, pero la lucha y los artífices de este movi...