Soñamos la paz contando historias de guerra.
Las sociedades humanas han entronizado la guerra elevándola al más alto pináculo en el Olimpo de sus precariedades y como a un hijo no deseado, se le ha convertido en el más leal, voluntarioso y decidido siervo de los más oscuros propósitos. El hombre en su incoherencia pretende forjar paz haciendo la guerra. Expuestos al texto brillante, astuto, incisivo y seductor de Karin Valecillos: Cuentos de guerra para dormir en paz, entendemos que la guerra más que un acontecimiento es una enfermedad y que lo peor no son sus síntomas sino los efectos mucho peores a largo plazo. Se trata de una suite de 4 historias, Grita Kassandra, El medio oriente es de Carúpano para allá, Un chiste de las Malvinas, Mandrake Cooperfield hijo de Houdini. Relatos sencillos y profundos, parlamentos densos pero accesibles, dispuesto en una sinfonía emotiva para plantear el drama de la guerra que se padece tanto como se desconoce y que, cual Hidra de Lerna, policéfala y de aliento venenoso, parece impo